La adicción al Candy Crush es debido al efecto Zeigarnik

No cabe duda que el juego del momento se llama Candy Crush, un juego sumamente adictivo que tiene enviciados a 45 millones de jugadores activos, además de la modalidad de poderlo jugar desde la red social Facebook, y la capacidad para compartir vidas con tus amigos.

Pero a todo esto, ¿qué es lo que hace de Candy Crush el juego más adictivo del momento?. Investigadores de la Universidad de Sheffiel parecen tener la respuesta. Se trata del efecto Zeigarnik, descubierto por la psicóloga Bluma Zeigarnik tras observar el comportamiento de los meseros.

“Estos podían recordar una gran cantidad de pedidos pendientes, sin embargo, una vez resueltos (servidos) los pedidos, los olvidaban”

El efecto Zeigarnik se basa en la idea de que cuando algo tenemos pendiente no lo podemos olvidar y en cuanto lo solucionamos lo olvidamos fácilmente; en pocas palabras y tratando de orientarlo al Candy Crush: Mientras más trabajo nos cuesta pasar un nivel, más adictos nos volvemos al juego debido a que no podemos olvidarlo; en cambio cuando un mundo es sencillo, ni siquiera nos acordamos de el.

Al no terminar un nivel, uno no se lo logra quitar de la cabeza y piensa en cómo superarlo, lo que crea ansiedad que sólo se puede aliviar si volvemos a jugar, en la mayoría de los casos.

Es por eso que Candy Crush es tan adictivo, debido a que sus mundos difíciles y las pocas vidas que te dan, así como la necesidad de esperar a que pase media hora para que nos den una vida más, hacen de este juego uno de los más adictivos del momento.